Región

Los orígenes de Guaranda 

Por Bernardo Ramírez del Valle

A diferencia de los demás centros urbanos de importancia de La Mojana histórica, “la propia Mojana”, que se fueron formando a partir del siglo XVII como resultado de un espontáneo proceso de ocupación del territorio, Guaranda fue edificada en el año de 1872 como resultado de un acto voluntario y consensuado de sus primigenios pobladores, que después de un largo y penoso proceso de trashumancia territorial, decidieron adquirir por escritura pública la finca de un ganadero de Majagual y edificar allí sus viviendas.

Este proceso estuvo antecedido por migraciones masivas generadas por la pandémica peste del cólera, que azotó la región de la depresión momposina entre los años 1848 y 1849. Esta peste produjo en La Mojana la disolución de varias poblaciones como Ojo Largo y Algarrobo, el crecimiento poblacional de las existentes (Achí, Sucre y Majagual), y la formación de otros centros poblados como Boyacá y El Morro, esta última predecesora directa de Guaranda. De Ojo Largo se desplazaron a Achí, Majagual y Sucre las familias Cortina, Lascarro, Muñoz, Borré, Barriosnuevos, Ávila y Cárcamo, entre otras.

Disolución de Algarrobo

Algarrobo fue una de las poblaciones que surgieron como consecuencia del cólera del 48, cuyos habitantes, dirigidos por el cura párroco Andrés Castaño, decidieron marchar hacia tierras salvas de esta epidemia.

Según el historiador guarandero Alfredo Sierra Villarreal, el cura Castaño convocó a los pobladores de Algarrobo a una peregrinación con velas encendidas, con la condición de que donde éstas se apagaran allí debería fundarse el nuevo poblado.

“Después de un largo recorrido,  las velas se consumieron en el sitio donde se encuentra situada actualmente la población de Boyacá, conocida también con el nombre de El Playón, donde se bendijo el terreno y se dio principio a la fundación de ese corregimiento. El nuevo caserío pasó a llamarse San Antonio de Boyacá. Del antiguo Algarrobo sólo quedó el nombre, aunque años más tarde, pasado el peligro de la peste, volvería a resurgir. Sin embargo, en Boyacá quedaron los apellidos García, Castaño, Madera, Genes, Uribe, Quintana y otros que la tradición no menciona” (Entrevista en Guaranda el 12 de junio de 1990). 

Peregrinación hacia “El Morro”

Años después de la fundación de Algarrobo, algunas familias de este poblado decidieron invadir una finca del general de la Guerra de los Mil Días, Daniel Vázquez Castro, jefe liberal de Majagual, ubicados en un sitio denominado “El Morro” (donde se construiría posteriormente el canal de “Morrohermoso”), ubicado a orillas del río Cauca entre Achí y la hoy cabecera de Guaranda. 

Muy pronto el general Vázquez hizo valer sus títulos como propietario de la tierra y presionó la expulsión de los invasores. Ante tal situación, los expulsados invasores de El Morro decidieron comprarle al ganadero y político majagualero don Domingo Sampayo un terreno ubicado a unos tres kilómetros río arriba, cerca del caño del Cachimbero, donde hoy se edifica Guaranda. 

¿Colorado o Guaranda?

En el año de 1872 se firma la escritura de compra-venta del terreno ante el Notario Único de Majagual, y se comienzan a edificar las primeras viviendas de este nuevo villorrio, que recibió inicialmente el nombre de “Colorado”, debido al color de la tierra. Dos decenios después, en 1896, la comunidad adquiere otras fincas de los ganaderos José de Los Ángeles Arreola y los hermanos Lucio y Leandro Villarreal Galvis, según consta en la escritura pública No. 60 de junio 30 de 1921 de la Notaría Única de Majagual. Con estas tierras, diecisiete cabuyas en total (108 hectáreas aproximadamente), se logra ampliar el perímetro urbano de la naciente población. 

Cuenta don Alfredo Sierra Villarreal, que “al momento de la compra de los terrenos con los que se amplió la población, don Domingo Sampayo les manifestó a los compradores que era mejor cambiarle el nombre al pueblo. Insinúo entonces el nombre de Guaranda, que era una población muy próspera de Ecuador que él conocía. El nuevo nombre fue aceptado con satisfacción reconociéndose oficialmente por las autoridades de Majagual, quien en 1898 erige a Guaranda en corregimiento del municipio. A partir de entonces se inicia un rápido desarrollo comercial que convertiría a Guaranda, medio siglo después, en cabecera municipal y en eje económico en toda la región de La Mojana” (Sierra; ibídem).

Surgimiento comercial 

Frente a Guaranda se observa el cerro del Corcovado, en la población de Puerto Venecia o Pajón

Hasta la década de los años treinta del siglo XX, Guaranda había permanecido al margen del desarrollo comercial e industrial que experimentaba La Mojana, que favoreció a las poblaciones de Sucre y Achí. Su tardía fundación a finales del siglo XIX y su total aislamiento de la capital del municipio, Majagual, no le permitió desarrollar un papel protagónico en el desenvolvimiento de la vida económica, política y social de la región en los comienzos del siglo XX. 

No obstante, después de la Guerra de los Mi Días, especialmente durante los tres primeros decenios, esta población adquiriere gran importancia geoestratégica y comienza a desplazar a Achí como epicentro comercial de la Mojana caucana, como consecuencia de la intensificación de los intercambios comerciales con la región de Tiquisio y el cerro de Corcovado y el rio Cauca, debido a un carreteable que llega a un improvisado puerto llamado “Pajón” y más tarde “Puerto Venecia”, ubicado justamente en la orilla del rio opuesta a la de Guaranda. 

Este carreteable facilita el desplazamiento de cientos de campesinos que los sábados y domingos bajan de la serranía de San Lucas hasta Guaranda a vender sus productos y a aprovisionarse de mercancías que traen en lanchas comerciantes de Magangué y Barranquilla.

Otro factor que favoreció el crecimiento comercial de Guaranda fue el desarrollo de del cultivo del arroz, que a partir de los años treinta del siglo XX comenzó a fomentarse en el bajo rio Nechí y en las fértiles tierras del bajo Cauca y La Mojana caucana, especialmente en los territorios de los corregimientos de Tenche y Astilleros y la actual cabecera de San Jacinto del Cauca, como también en la zona media de este río en jurisdicción de los municipios antioqueños de Caucasia y El Bagre. 

La expansión del cultivo del arroz creó la necesidad de adecuar un puerto que facilitara el intercambio de productos entre las zonas arroceras y los grandes centros de comercialización, como Magangué y Barranquilla, y como centro de procesamiento a través de la instalación de varias piladoras. Fue así como en el año de 1914 se instala en Guaranda la primera piladora de arroz de toda La Mojana por parte de una sociedad conformada por los señores Miguel del Gallego, socio capitalista, y Juan de Dios Navarro, socio industrial. 

Con el montaje de este primer molino, Guaranda inicia una ascendente actividad comercial e industrial que en pocos años la convierte en el epicentro comercial de  La Mojana. Durante el decenio de los años cuarenta, Guaranda registra un progresivo aumento de la población, mientras sus actividades industriales y comerciales crecen por el incremento de las actividades mineras hacia el sur. Estas actividades congregaron una gran población flotante que bajaba hasta Guaranda a aprovisionarse de víveres, vestidos, calzados y toda clase de artículos de diversos usos. 

Para los años cincuenta y sesenta la actividad de la industria molinera en Guaranda era fuerte y a partir de los años setenta constituía el renglón aglutinante de su economía. Para los años ochenta, este poblado se consolida como el puerto de mayor actividad comercial de La Mojana, llegando a superar a Sucre por su producción arrocera y por el comercio que todos los domingos desarrolla, que le permite recibir semanalmente una población trashumante calculada en más de tres mil personas. 

La clausura de la ‘Boca del Cura’

Como viene dicho, el cerramiento de la “Boca del Cura” en 1968 produjo en La Mojana histórica una fuerte recomposición en la ecuación económica regional, que se tradujo en la pérdida del dinamismo comercial de Majagual y el fortalecimiento de otros centros poblados como Achí y Guaranda, esta última favorecida por el incremento de la industria arrocera, que terminó desplazando la industria panelera, y el auge de la actividad minera en el sur caucano.

En efecto, si bien el impacto de las inundaciones que produjo el canal de Morrohermoso en la economía regional fue desastroso para la agricultura cañicultora, resultó altamente favorable para el sector arrocero. Aunque hubo un período de transición durante el cual las tierras inundables quedaron aptas únicamente para el cultivo de pastos, poco a poco la sedimentación que fue aportando las aguas del Cauca permitió desarrollar en el período de sequía una intensa actividad agrícola del cultivo del arroz. 

Los antioqueños y auge económico de Guaranda 

Paralelo al proceso de ocupación de tierras baldías, expansión de la hacienda ganadera e incremento del comercio del ganado con el interior del país se acelera también el proceso inmigracionista hacia las zonas de colonización. Vimos cómo en la región de La Mojana en un período que va desde finales del siglo XIX a los primeros decenios del siglo XX, comienzan a llegar colonias extranjeras entusiasmadas por las noticias de las riquezas agrícolas y ganaderas especialmente en las poblaciones con desarrollo ganadero. 

Junto a los extranjeros también llegaron los antioqueños, que, a diferencia de los sirios y libaneses, no se interesaron tanto por el comercio, como por la ganadería, adquiriendo tierras en las zonas bajas y altas para establecer hatos-haciendas, que fueron adquiridas, en parte, a través de la compra a terratenientes locales y otras, la mayoría, a través de la apropiación de hecho. Parte del proceso de expansión que experimentó el cultivo del arroz al suroccidente de los departamentos de Bolívar y Sucre, en los límites con Antioquia, se debió al impulso de la colonización antioqueña. 

El historiador local Alfredo Sierra estima, que a partir de 1920 Guaranda comienza a recibir las primeras familias antioqueñas y santandereanas, entre las que se destacan los Arango, Sabalas, Cárdenas, Pana, Trujillo, Lizarazo, Restrepo, Jaramillo y Villegas. Esta colonia antioqueña vino a jugar un papel importante en el desarrollo comercial e industrial de Guaranda y se convierte en factor decisivo en su futuro económico.

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