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Volvieron las pruebas anales para detectar el Covid-19

Los científicos chinos aseguran que se trata de una de las pruebas más seguras que existen en el mundo. Pero las redes sociales y los medios han levantado una enorme controversia por éstas. 

El motivo de su mayor efectividad es que los restos del virus en las personas contagiadas duran más tiempo en el ano que en las vías respiratorias. De esta forma, es más probable detectar infección si es que realmente existe, algo que ha llamado la atención de la comunidad científica.

Para realizar esta prueba, se recogen muestras de heces con un hisopo de algodón de unos dos centímetros, empapado en solución salina. Una vez analizados los restos se determina si el paciente está infectado o no por coronavirus con una fiabilidad mayor, aseguran, que con los PCR.

Las nuevas pruebas

A pocos días del inicio de los juegos Olímpicos de Invierno, medios internacionales reportan que los controversiales tests rectales para detectar el coronavirus volvieron a utilizarse en China.

Según el periódico The Pekin News, al menos 27 personas se sometieron a las pruebas de hisopado anal en un edificio de apartamentos en la capital china, donde una mujer de 26 años había contraído ómicron, el primer caso registrado de la variante en la ciudad.

El régimen chino afirma que esta prueba, que consiste en insertar un hisopo empapado en solución salina de 5 cm de largo en el recto de un paciente y rotarlo, es más preciso que las pruebas nasales y de garganta para detectar el virus.

Cuando se propusieron las pruebas en marzo del año pasado, Li Tongzeng, médico de enfermedades respiratorias, dijo a los medios estatales que los rastros de covid permanecen detectables durante más tiempo en las muestras de heces que en la nariz o la garganta. 

Añadió que este tipo de pruebas pueden aumentar la efectividad a la hora de detectar el virus en pacientes asintomáticos.

Sin embargo, la posibilidad de que a los visitantes extranjeros les tomen una muestra del ano ha generado controversia. Japón pidió en su momento a China que dejara de usar la prueba, que calificó de “indigna”, debido al “sufrimiento psicológico” que genera el proceso.

El año pasado se conoció que el régimen chino supuestamente ordenó a diplomáticos estadounidenses que se sometieran a pruebas anales, lo que provocó una disputa con el Departamento de Estado. China negó las afirmaciones, pero el Gobierno norteamericano también cuestionó este tipo de pruebas.

Actualmente, Pekín se encuentra en medio de un estricto régimen de confinamiento y pruebas masivas después de que la ciudad informara su primera infección local por ómicron el 15 de enero. Ya se han confirmado once casos en la capital, informó la agencia de noticias Xinhua.

Todos los que participan en los Juegos estarán en una burbuja que los aísla del resto de la población para reducir las posibilidades de contagio del coronavirus en China, que mantiene una estricta política de cero covid.

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